Sexualidad

Al escuchar "sexo" de forma inmediata nuestra mente nos conduce a pensar en la genitalidad
El hombre de la sociedad actual ha olvidado la transcendencia que tiene en si la sexualidad.

Esto nos lleva a confundir el sexo con el acto sexual, error que lamentablemente en la sociedad actual las personas se han dogmatizado en solo hablar de él como acto de mero placer.

 
Esta supuesta sexualidad natural que vemos, leemos y practicamos es algo sin sustento, sin discurso, que hemos digerido desde que éramos pequeños. Es imposible ver la televisión sin que te asalten anuncios, que se aprovechan del sexo para vender sus productos. Es imposible ver una película en la que no aparezca una escena de sexo. Te lo van metiendo por todos los sentidos y eso va calando en las personas, en especial en los adolescentes, que quizás son más vulnerables que el resto de sectores sociales.

 
 
 
 De esta manera llegamos a una sociedad despersonalizada que utiliza e sexo como un mero método de evasión, al igual que pueden serlo las drogas.

La historia de la humanidad es algo cíclico y se podría representar como un péndulo. Uno de los dos extremos seria la represión de la sexualidad y del placer, por el otro lado esta la cosificación de los individuos y la despersonalización de la sexualidad.

En el siglo II, el cristianismo asentó las prohibiciones sexuales que regirán el mundo occidental, tratando de minimizar los placeres.

Luego llegamos a la modernidad donde el mundo abrió los ojos con la "Ilustración" donde destaca el progreso, la evolución y el control. Para el hombre moderno, la sexualidad fue objeto de investigación científica, control administrativo y preocupación social. Es destacable que en esta época la vida sexual humana estaba ligada en el  proletariado a la producción de mano de obra.



Hoy en día la sexualidad no es controlada como antes por la Iglesia, podemos notar que todo a cambiado, los controles, los tabúes. Se ha desmantelado el poder sobre lo sexual que tenia la religión.

La sexualidad de hoy no se encuentra materializada en la familia. La sexualidad de esta época es para el cuerpo y depende del cuerpo. De ahí la preocupación extrema por la belleza y la fortaleza, tan importante para nuestras relaciones sociales y sexuales.

Vivimos en una sociedad insaciable, liberada, donde lo que importa es el placer individual, olvidando toda responsabilidad con la otra persona.

influye en cierto modo el consumismo, pues se construye a través del deseo cuyo fin último es el sentimiento de placer.




Si queréis mas información podéis encontrarla en:
serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/moncrieff50.pdf



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